Te propongo una idea para que te liberes de esa molesta culpa: llévala al último rincón de tu casa y revéntala con una maratón de películas tristes, con una sola no va a ser suficiente. Dejás salir todas esas emociones de golpe y tal vez la culpa se quede hospitalizada un tiempo antes de volver a visitarte. Ánimo Moni! 😄