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La mejor parte de nuestra tarea como madres o padres es el camino de ayudar a nuestros hijos a encontrar sus pasiones y maximizar sus habilidades. A sus 18 años puedo ver a Emir con una idea más clara de lo que quiere y puede. Este no era el caso hace tres, ni cinco años atrás, y mucho menos cuando nació. Dejemos de ser impositivos y de querer que nuestros hijos se parezcan a alguien más o tengan que hacer algo para demostrar su valor. Cada uno es único y cada uno merece y tiene el derecho a cumplir sus etapas y encontrar su propio camino. Dejemos de comparar y limitar en la idolatría por el capacitismo, para celebrar y descubrir en la individualidad.
Por último, si cada vez que ves a una persona con #síndromedeDown haciendo algo en las redes y asumes que alguien le dice qué hacer o cómo hacerlo, o lo comparas con otro, o le das a su diagnóstico el crédito de su capacidad y sus esfuerzos.. revisa tus #prejuicios. Te están cegando y no te dejan ver a la persona como tal, una con la #capacidad de tener decisión propia, intereses, y capacidad.