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Impresionante inmersión k se sale del resto que hicimos en la zona, de primeras es la más técnica aunque no tan complicada. Es un atolón en medio del Mar Rojo con una profundidad que no llega la vista y no muy grande ya que le dimos prácticamente la vuelta en la hora de inmersión que realizamos, con un descenso inmediato nada más zambullirnos de la lancha por las posibles corrientes y no nos derivara demasiado, con fases de termoclinas que se notaban muchísimo, se agradecían con el contraste del agua caliente y con la esperanza de que se encontrara entre ellas algún bicho grande, por fin. Ya que nos acercamos a este lugar que no teníamos previsto en la ruta, por la posibilidad bastante alta de encontrarnos con algún tiburón longimano o algún martillo.
El paisaje en sí tenía menos formaciones coralinas y menos vida que otros puntos, pero la gracia era encontrarnos con algún pelágico. Nos encontramos con una tortuga que se estaba dando un festín, no apareció el ansiado longimano, pero para sorpresa de todos los que pudimos disfrutar de ese momento nos apareció un magnifico tiburón martillo a unos 10 metros aproximadamente y de tanto aletear me chupe casi media botella por la persecución, aunque mereció muchísimo la pena el poder contemplar este maravilloso animal, el longimano para la próxima.