ENTREVISTA A ANDREA SANTIAGO

Más de una década dedicándose a la música y a caballo entre su Pamplona natal y Madrid, con su guitarra a cuestas. Sin embargo, fue en el año 2017 cuando irrumpió con una fuerza arrolladora dentro del panorama musical con su primer sencillo, llamado "Hasta el Agua". Año también de los primeros conciertos, en los que enamoró a todo el mundo con ese particular sello tan suyo, que está a medio camino entre el folk-rock y el pop alternativo.
Justo un año después de todo este momento inicial, en 2018, reunió a su actual banda: Borja Muerza (percusión, sintes), Miguel Tiberio (bajos, sintes), Nacho Muerza (guitarras) y Javier Induráin (bajo). Ya con ellos, comenzó a grabar y producir el que fuera su primer EP, "He Dejado de Buscar tu Casa". El primer largo de Andrea, "Prenderle fuego a todo", vio la luz en 2022, un álbum conceptual producto de todo este proceso vital de la artista.
Ya está aquí "Éxodo", su muy esperado segundo disco.
"Éxodo" es un mapa de canciones, todas conectadas entre ellas, que recorren un viaje de abandono, fuerza y movimiento. Íntimo, personal y emocionante, y producido por Juanma Latorre (Vetusta Morla).
Se trata de un disco conceptual en el que se fusionan el estilo alternativo que caracterizó su anterior disco (Prenderle fuego a todo, 2022), con nuevos tintes de electrónica y hasta rock progresivo que derivan en un álbum más desgarrador y cambiante.
Todo ello refleja y consolida el corazón narrativo del proyecto: su dualidad, liberación, abandono. Este nuevo disco se llama Éxodo. Todos los temas que lo componen son canciones para dejar ir. Un poco como si con el tiempo hubiera visto que quemar no se puede, porque al final eres lo que eres por todo eso.
"Las canciones son todas sobre abandonar nudos, en lugar de deshacerlos; dejar ir personas, imágenes de la infancia, la religión en la que me educaron, ex parejas. También es una manera de buscar la liberación pero no como en Prenderle. En el otro, buscaba la luz, el estribillo principal era ‘He buscado la luz todo este tiempo y la he descubierto prendiendo fuego a todo’. En este, Éxodo, he ido entendiendo que la única manera de salvarme es ir hacia delante, estar en continuo movimiento, salir del agua, explorar, y que posiblemente liberarse es aceptar la oscuridad que conlleva el camino. El disco habla de más cosas, por ejemplo, de estar disociada de mi propio cuerpo y siempre en la cabeza. Que para volver a mi cuerpo tengo que moverlo. La pregunta que surge es: ¿Movimiento hacia dónde? ¿Éxodo hasta qué lugar? La respuesta: hasta ninguna parte, solo moverse".
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