Se parte de la premisa de que la democracia es eficiente y he ahí el principal problema. La democracia no ha servido para absolutamente algo que mejore las condiciones materiales de vida de las personas. Como prueba de ello, tenemos que en México y muchos países la democracia recicla la corrupción y permite el acceso a cualquier delincuente al poder. Defender eso sería aceptar que la democracia no puede ser superada. La democracia está muy lejos de ser la cúspide del pensamiento político.