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Escrito por mí en 2015 para siete instrumentos y mezzosoprano, originalmente contenía el texto "Señor ten piedad, Jesucristo ten piedad", con motivos musicalmente idénticos en la voz y en los instrumentos, como si un coro de ocho voces implorase por igual de principio a fin, o, visto al revés, como si la voz humana fuese un instrumento más. Lo rehice en 2019 para cuarteto de cuerdas, dejando indicadas las palabras sobre las frases musicales al comienzo de la partitura, como referencia. Sin embargo, decidí quitar el "Jesu-" de Cristo, entre otras razones, porque el rezo original no era así. Siendo obra antigua para efectos de mi corta vida, ya no representa mi estado espiritual, pero aprecio la música en ella.
Interpretado por Sibelius.