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Las cadenas de producción y comercialización cárnica precisan la disponibilidad de información sobre la demanda de sus clientes con la finalidad de orientar las decisiones respecto a qué y cuánto producir, cuándo y en dónde vender. En ese sentido, el COMECARNE realizó el estudio Mercado Consumidor de Proteína Cárnica, el cual aporta elementos de respuesta a las referidas interrogantes toda vez que identifica cuantitativa y cualitativamente los universos de consumidores domésticos de productos cárnicos del país y muestra sus patrones y lugares de compra. El estudio se derivó del procesamiento y el análisis de millones de microregistros de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas también de la referida institución y de los datos que genera la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).
Los productos cárnicos forman parte de la ingesta alimentaria cotidiana de millones de hogares en el país, del gasto que destinan para la compra de alimentos el correspondiente a los productos cárnicos ocupa el primer lugar, representa 33% del gasto en el suministro de alimentos, incluso por arriba del realizado en otros grupos que también son importantes para la ingesta como lo son los cereales y las frutas y vegetales, con participaciones del 21% en el gasto cada grupo. Lo anterior es un aspecto de relevancia para el sector cárnico, al denotar la relevancia que tiene la proteína animal en sus mesas.
México alberga una diversidad de grupos poblacionales con características demográficas, económicas, sociales y costumbres alimenticias diversas. No obstante, el estudio Mercado Consumidor de Proteína Cárnica revela una coincidencia, en los hogares de las entidades federativas del gasto realizado en la compra de alimentos el correspondiente a los productos cárnicos es el principal.