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Hace 21 años que el cirujano alemán Gerhard Ziemer visita el Perú para operar los casos más complejos de enfermedades al corazón. Hace unos días, llegó a Lima para participar en una campaña del Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja, en beneficio de niños con malformaciones cardíacas congénitas.
En la semana que duró la jornada médica, Ziemer, conocido como el ‘Ángel de los niños azules’, intervino a 14 provenientes de distintas partes del país, devolviéndole a muchos -después de mucho tiempo, e incluso varios años- la oportunidad de caminar y hacer su vida de manera normal.
El cirujano alemán estuvo acompañado del médico cubano Raúl Pérez, pediatra intensivista (recuperación post operatoria). Ambos, que se conocen buen tiempo, capacitaron a los especialistas de esa institución en nuevas técnicas. Esta es una práctica que urge replicarse en otros hospitales del país, que además requieren una mejor implementación de equipos médicos.
Las cifras no mienten: al menos el 70% de los cerca de 5 mil niños que nacen cada año en el Perú con cardiopatías congénitas, deben ser intervenidos quirúrgicamente antes de los doce meses de nacidos. El propósito es evitar problemas en el desarrollo del menor y, en algunos casos, la muerte. Pero el sistema de salud no se da abasto.
El Comercio visitó el área de cardiología del Instituto Nacional de Salud del Niño, donde estuvo Ziemer. Conversó con los especialistas y conoció la realidad de varios niños con malformaciones al corazón. Esta son sus historias.