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EL OLVIDO - NUEVA VERSIÓN
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CRÉDITOS:
HUGO ALMANZA DURAND: Letra y Música
RODOLFO GAITÁN CASTRO
: Voz, guitarra y coros; Producción General, Dirección, Arreglos Musicales; Grabación de Audio, Edición, Mezcla y Masterización; Grabación de Video, Edición y Colorización.
ESTUDIO:
Grabado y producido en el Home Studio de Rodolfo Gaitán Castro; del 01 de Mayo al 08 de Octubre de 2020.
CARTA DE AGRADECIMIENTO Y TESTIMONIO DE FÉ / A Dios, a mi amada familia, a mis seguidores y amigos.
Esta es una canción muy significativa y querida para mí, ya que me acompaña casi desde mis inicios como músico y artista. También es la canción que siempre me acompañó en mis momentos de soledad y es la que canté ante la muerte, ante la tumba de mi padre, y este año, en la despedida final de la Mamita María.
¡Gracias maestro Hugo Almanza Durand por su creación!.
Este nuevo arreglo lo tenía pensado presentar a través de un Video Clip realizado con un buen guión gráfico (storyboard), para lo cual había que esperar un tiempo más debido al distanciamiento social. Sin embargo, en medio de la coyuntura, ante la pandemia del covid y del miedo infundido a todo el Planeta que fue sumada a grandes problemas y dificultades personales que Dios mediante he ido superando continuamente; mis nuevas actividades de muchas horas continuas de trabajo frente a la computadora y con la guitarra en el hombro en posiciones incómodas de guitarrista que hoy estoy llegando a corregir. En medio de tanto estrés, me llegó una noticia muy fuerte ( Noticia sobre mi amado hijo ) y a los dos días, exactamente el 11 de Setiembre de 2020 en pleno trabajo, grabando una canción; sentí que no podía pronunciar correctamente algunas palabras y mirándome al espejo vi como el lado izquierdo de mi cara se iba paralizando.
A parte de la parálisis facial que de por si es traumática, lo que más llegó a afectar todo mi ser; fueron los 3 tipos de dolores intensos de cabeza ( Sensación de dolor de muelas, de oídos, de la zona ocular y de cabeza con descargas eléctricas; todo a la vez), debido a la inflamación del nervio facial y del nervio trigémino; dónde dichos nervios al estar sumamente inflamados, son estrangulados en los pasos de los orificios óseos en su trayectoria hacia la cabeza; causando dolores tan intensos, que antiguamente a este dolor se le conocía como el dolor del suicidio, ya que no contaban con la ciencia y la medicina de hoy; medicina y ciencia de hoy que en mi caso no pude acceder con la eficacia de estos tiempos, debido al distanciamiento social y a que los médicos no podían auscultarme personalmente, si no solo por video llamadas.
En esas noches interminables donde el sueño me ganaba y las ganas de acostarme en mi cama, era el deseo supremo, pero el hacerlo era imposible, ya que los nervios inflamados al apoyar mi cabeza, se estrangulaban mucho más en los orificios óseos y tenía que levantarme inevitablemente. Y si a pesar de todo, me quedaba dormido ante el sueño fulminante que sentía por no poder dormir 10 noches seguidas; de inmediato me veía sumido en un sueño de pesadillas increíbles, ocasionadas por el dolor, y al despertar de aquella pesadilla..., inevitablemente me llevaba a pensaba en buscar una salida final y pensaba en Dios, sin embargo también comenzaba ya a pensar que era el momento del final y de “El Olvido” para mi; porque tanto dolor, y el no poder dormir teniendo tanto sueño; era insoportable y cruel.
Pero mi fe nunca murió. Cada noche me arrodillé como siempre y oré con fervor y Dios, que a lo largo de mi vida nunca me abandonó; comenzó a obrar en mi, comenzando a curarme la parálisis y el dolor. Cada día me envió a sus ángeles, me alimenté de sus mensajes y muestras de cariño a través de mis amigos, de mi familia, de mi mujer amada, de mi hijo, de mi hermano Diosdado, de mi hermano Carlos, de mi madre, de los médicos, de mi cuñada Julia, y de mis seguidores y fans tan queridos con sus mensajes interminables llenos de cariño y de buenos deseos; de sus oraciones interminables a Dios por mi. Las llamadas telefónicas de mis primos, de mis amigos, de mis hermanos, de muchos amigos y hermanos músicos extraordinarios no tan famosos ( "Las Estrellas" fueron las únicas que brillaron por su ausencia ) , de mis amigos de Ayacucho y del Perú entero. Las largas llamadas de mis hermanos José Meza Muñoz, las de Ronald Contreras y Julia Illanes, las de mi hermano Diosdado, la de Joan Carranza, la de Edward Pinedo, la de Sandrita Cardenas, las de mi hermano Carlitos, las de mi madre y las de Dios a través de cada uno de Uds. que envían sus oraciones, sus mensajes y cariño.
Por todo ello, no quise esperar más y hoy como muestra de la mano de Dios a través de mi recuperación, por Uds. que así lo pidieron con sus mensajes y oraciones; aquí va mi agradecimiento a través de esta Canción, a través de mi voz y mi guitarra.
El Olvido - Nueva Versión