Рет қаралды 12,292
Finalmente, la tercer vía de contaminación de los alimentos es el mismo manipulador
La falta de formación, educación y capacitación de los manipuladores se reflejan directamente en la inocuidad de los productos. Es por esta razón que los manipuladores de alimentos deben tener en cuenta y desarrollar una cultura de inocuidad que les permita dimensionar la responsabilidad que significa ejercer sus labores.
Es por esta razón que los manipuladores de alimentos deben conocer todas las prácticas higiénicas asociadas a las Buenas Prácticas de Manufactura y comprender la importancia de su implementación. No es solo saber que no se pueden llevar las uñas largas, con esmalte o sucias, sino que ya se haya adquirido la conciencia de los efectos nocivos de llevar las uñas de esa manera, comprender los efectos positivos de mantener una higiene adecuada, portar el uniforme de trabajo de acuerdo con los lineamientos de la compañía y saber que cada acción y decisión que tomen como individuos puede afectar positiva o negativamente la salud de las personas que consuman los alimentos que se están manipulando.
El manipulador debe ser consiente en todo momento de la importancia de su labor, y que, aunque su trabajo no siempre esté supervisado, este debe desarrollarse con el fin de garantizar la satisfacción de los clientes.
Si se es consciente de ello, se puede decir que el manipulador ha desarrollado una cultura de inocuidad y que se descarta como fuente de contaminación de los alimentos.