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V Domingo Ordinario, Ciclo B.
“Él sanó a muchos enfermos de dolencias diversas…”
Mc. 1, 34
La presencia de Jesús y su acción echa fuera todo tipo de situaciones que aplastan al ser humano. Lo esencial del ministerio de Jesús es, precisamente, la lucha frontal contra el sufrimiento.
Hoy muchas personas también están atadas a situaciones que producen dolor, pues la enfermedad y el sufrimiento producen miedo e inseguridad. Sin embargo, la sanación y la liberación del mal es presencia efectiva de la llegada del Reino de Dios.
El encuentro con Jesús llena de contenido y de sentido la existencia por ello, gozar de buena salud es una bendición y se debe servir con alegría y disponibilidad ilimitada. Y como discípulos del Maestro tenemos la misión de ampliar las fronteras del anuncio de la Buena Nueva.
Meditación por: Eduard Alberto Padilla Moncada, Pbro.
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