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Este sí que es un relato. Es EL RELATO. El narrador más importante de América, reconocido en el mundo por el mejor relato de un gol de la historia, del gol más importante de la historia, en Argentina es despedido y censurado por sus ideas. Pero en medio de este abismo oscuro, de este oscurantismo con flagrantes ataques a la libertad de expresión, de esta pesadilla en la que nos metieron desde el 22 de noviembre, Víctor Hugo Morales pudo relatar nada menos que el Superclásico Boca - River, por una invitación de su amigo Jorge Jaskilliof, que logró que le abrieran el micrófono de la FM 98.5 de Mar del Plata. A partir de ahí se gestó una cadena conmovedora de radios de todo el país que rompieron el cerco informativo, encabezadas por Radio Madre de Buenos Aires...
Y entonces Víctor Hugo, que siempre puede ser más grande,-en medio de la multitud ensordecedora, minutos antes del Superclásico, en el punto de hervor justo de la temporada de verano de Mar del Plata, cuando el Minella estallaba y estaba a punto de rodar la pelota del primer Boca - River del año-, decidió dedicarle la transmisión a Milagro Sala, presa política, símbolo del autoritarismo que hoy gobierna la Argentina; y a los ex combatientes de Malvinas, al verse mancillada sus luchas y sus memorias en la genuflexa reunión del presidente Macri con David Cameron en Davos. Esa dedicatoria disparó este emocionante editorial...
Por Cristian Serio - Vito Amalfitano