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En la tarea de garantizar la seguridad de los alimentos que se comercializan, las empresas del sector agroalimentario cuentan con un potente aliado, los biosensores. Un método rápido y fiable de detectar amenazas microbiológicas en las superficies que están en contacto con los alimentos.Para más información ow.ly/XCVxR
¿Qué son los Biosensores?
Los biosensores son dispositivos analíticos a los que se les incorpora una sustancia biológica (una enzima, un anticuerpo, una proteína, lectinas, etc.). Gracias a estos compuestos, los biosensores pueden detectar y cuantificar la existencia determinadas sustancias en ciertos medios. En el caso de la industria alimentaria, identifica y mide parámetros microbiológicos en las superficies en contacto con los alimentos. Cuando un biosensor detecta un cambio en la sustancia biológica de origen, lo traduce en señales eléctricas u ópticas que se puede medir y que es proporcional a la concentración del patógeno detectado.
Hasta el momento, los métodos tradicionales se apoyan en el análisis de laboratorio, dichos análisis requieren personal técnico altamente cualificado y necesitan tiempo (al menos 24 horas de incubación del microorganismo) para aportar resultados. Cuando los resultados son positivos, además, es necesario un nuevo análisis de confirmación, lo que aún retrasa más el proceso.
Con la implementación de los biosensores, podremos evitar estos inconvenientes y aprovechar numerosos beneficios.
Beneficios de la utilización de biosensores
• La automatización de ensayos analíticos a través de un manejo sencillo que prescinde de manipulación. Esto facilita su integración dentro de los sistemas que monitorizan los procesos de la industria alimentaria.
• Portátiles para que sea posible realizar los análisis in situ, en las mismas plantas de producción de alimentos.
• Permiten la detección en tiempos cortos, controlando los parámetros deseados de forma rápida. Algunos biosensores necesitan pocos minutos en cuantificar el compuesto de interés y no precisan un período de espera largo hasta el siguiente análisis.
• Posibilitan una rápida actuación, corrigiendo los parámetros afectados o retirando materias primas contaminadas.
• Alta selectividad, especificidad y discriminación de patógenos u otras sustancias contaminantes.
• Alta fiabilidad.
• Costes razonables. Ya que son reutilizables, la producción de biosensores se puede realizar a escala industrial y necesitan de pocos requerimientos operativos que supongan un gasto adicional.
Si su empresa está interesada a en aumentar la seguridad y la calidad del producto alimentarios que comercializa, reduciendo tiempos de respuesta y aumentando en competitividad, en AINIA podemos ayudarle.