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La hipertensión es una enfermedad principal en México, especialmente entre la población de 53 años o más. El descontrol de la presión arterial en pacientes con hipertensión puede incrementar el riesgo cardiovascular, siendo las enfermedades cardiovasculares la principal causa de muerte en el país.
Las intervenciones no farmacológicas, como cambios de estilo de vida, pueden ser efectivas para disminuir la presión arterial. Entre las estrategias más destacadas se incluyen:
Pérdida de peso
Dieta balanceada
Reducción del consumo de sodio
Suplementación de potasio
Actividad física regular
Reducción en la ingesta de alcohol
La dieta DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión) se presentó en 1996 y ha demostrado ser eficaz para reducir la presión arterial. Esta dieta se enfoca en el consumo de frutas, vegetales, leche baja en grasa, granos enteros, pescado, aves, frijoles y frutos secos. Además, promueve la reducción del sodio, azúcares añadidos y la carne roja.
Es importante destacar que el seguimiento de la dieta DASH debe individualizarse y ser guiado por un nutriólogo para asegurar su efectividad y evitar errores en la planificación.